Amarillenta, pequeña, algo marchita y para algunos aún por descubrir en la estantería del supermercado: la cúrcuma. En apariencia, la cúrcuma se parece al jengibre a primera vista, pero al examinarla más de cerca la diferencia es clara: La cúrcuma tiene un color amarillento y no huele tan fuerte.
¿Qué es la cúrcuma?
Este poderoso tubérculo se ha utilizado con fines medicinales, cosméticos y curativos durante miles de años y es difícil imaginar muchas comidas y batidos saludables sin ella.
Y con razón: la cúrcuma es un verdadero todoterreno y un refuerzo del sistema inmunitario y el bienestar general; no en vano se la incluyó en el salón sagrado de los superalimentos. También hay numerosos estudios que demuestran las propiedades antioxidantes y positivas de la cúrcuma.
¿por qué la cúrcuma es realmente amarilla?
La responsable es la sustancia amarilla curcumina que contiene el tubérculo.
Además del intenso color amarillo, la curcumina es responsable de los beneficios para la salud, tiene un efecto antiinflamatorio y también contiene importantes vitaminas y minerales como vitamina B y C, calcio, hierro, potasio, manganeso, sodio, cobre, zinc y magnesio.
La biodisponibilidad de la sustancia vegetal puede aumentarse considerablemente añadiendo peperina (pimienta negra).
Beneficios de la cúrcuma
Cúrcuma para el tracto gastrointestinal: La pereza intestinal o la sensación de saciedad después de comer pueden desaparecer mediante la ingesta regular de cúrcuma. El tubérculo estimula el hígado, que a su vez segrega más ácidos biliares. Estos se unen a las grasas de los alimentos y las hacen digeribles.
Antiinflamatoria y antioxidante: Las pruebas de laboratorio demuestran que la curcumina contenida en la cúrcuma puede tener un efecto antiinflamatorio. Se dice que la curcumina se une a las enzimas implicadas en los procesos inflamatorios y los detiene. Se ha demostrado que la cúrcuma tiene un efecto calmante sobre la inflamación y siempre es más saludable que los medicamentos farmacéuticos.
Articulaciones, corazón y compañía: Se dice que el efecto antiinflamatorio de la cúrcuma también tiene efectos positivos sobre el dolor articular y las enfermedades reumáticas. El alto efecto antioxidante combate los radicales libres, lo que previene la formación de coágulos sanguíneos y refuerza activamente el sistema cardiovascular.
Desintoxícate: Si quieres darle a tu cuerpo un pequeño tratamiento de belleza y desintoxicación desde dentro, deberías probar la cúrcuma. La cúrcuma ayuda al hígado a producir enzimas hepáticas que ayudan a eliminar toxinas y a desintoxicar el organismo. La cúrcuma también puede ayudar a reducir los niveles de colesterol. Muchas personas tienen que lidiar con niveles altos de colesterol. El colesterol se absorbe en parte a través de los alimentos, pero la mayor parte se produce en el hígado. El consumo prolongado de curcumina puede ayudar a mantener constantes los niveles de colesterol.
En pocas palabras... la cúrcuma es un todoterreno y tiene un verdadero poder para el sistema inmunitario y el bienestar físico general.
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